Página 10 Mi fe, mi vida


A lo largo de mi vida, ha habido una serie de acontecimientos, que de alguna manera han influido en mis actos, al tratar de recopilarlos no quiero hacer unas memorias, aunque de alguna manera lo sean, sino que al recordarlos tratar de analizar el porque de mis actuaciones y también que cuando alguien lea este escrito pueda entender el motivo de muchas cosas que he dicho o hecho en mi vida; quiero ser lo más objetivo posible en mis planteamientos pero soy consciente que aunque no lo quiera, inconscientemente faltaré a esa objetividad que por lo menos voy a intentar de mantener en todo este escrito.

Yo nací en el seno de una familia no practicante, y de alguna manera anticlerical, y en ese contexto, desde que me conozco, sentí una necesidad imperiosa de conocer el mensaje de Dios. Recuerdo todavía, como a los 8 años que recibí la primera comunión, fue para mí  muy importante y la recibí con total devoción, con la devoción de un niño de 8 años naturalmente, pero también recuerdo a otros niños que la recibieron al mismo tiempo que yo, y con contextos familiares parecidos al mío, que no tenían ninguna ilusión y que incluso comulgaron con sarcasmo y sin respeto.

No se cuando empecé, pero fue de muy joven, posiblemente a raíz de mi primera comunión, cuando empecé a orar con Dios al acostarme, y lo sigo haciendo actualmente, indudablemente el tipo de oración ha evolucionado mucho, al principio fue la oración clásica y ahora muchas veces es simplemente hacer el signo de la cruz, pero sigo teniendo momentos en los que siento la necesidad de hablar con el Padre y luego en silencio escuchar a lo largo del día, también según mi estado de ánimo me dirijo al Padre en muchas ocasiones.

Tenía 12 ó 13 años, cuando en el colegio, el profesor planteó que si había en la clase alguien que tuviera vocación para ser sacerdote, yo me lo había planteado en varias ocasiones e incluso soñaba con ello, pero no dije nada, pero un compañero me señaló, yo destacaba dentro de la clase por mi sentido religioso, entonces el profesor me preguntó si quería serlo, yo le contesté que lo pensaría. No plantee nada en mi casa, y solo, pero encerrado con mis oraciones llegué a la conclusión que dentro del ambiente en el que vivía, totalmente contrario a lo religioso, si me hacía sacerdote sería como menos podría influir, que de la manera que podría hacerlo es formando una familia que fuera distinta a ese ambiente pero que fuera interrogante para ellos, por lo que decidí no serlo. Muchas veces me he planteado aquel acontecimiento, nunca me ha penado la decisión que tomé, pero si que me he preguntado si realmente doy con mi familia el testimonio que entonces pensé, la respuesta que me doy actualmente es que no es de la forma que en aquellos momentos pensaba, pero que de alguna manera, por nuestra forma de actuar, si que hacemos que otras personas cercanas a nosotros se pregunten el porque de nuestros actos.

Durante mi juventud, después de salir del colegio, empecé a trabajar con mi padre en el campo, en ese ambiente se me hacia muy difícil el practicar mi fe. Trataba de ir a misa en cuanto el trabajo me lo permitía, que eran muy pocos domingos en el año, y por lo menos una vez al año me confesaba y recibía la comunión, y en mi casa cuando tenía ratos libres, me subía al piso de arriba, que estaba deshabitado, y allí tenía libros de oraciones y de textos de la Biblia, con los que yo iba leyendo y orando.

El servicio militar fué como un paréntesis en mi vida, después cuando me licencié empecé a buscar trabajo, y me coloque como delineante en una empresa, allí fue donde conocí a Mari Tere, la que sería mi esposa, un día al salir del trabajo, y regresando al centro en un mismo coche con ella y otros compañeros de trabajo, me dejaron por la Plaza del Pilar, pues iba a hacer unas cosas por la zona, también bajo Mari Tere que se iba a comprar un bolso, cuando yo terminé con mis asuntos, y puesto que yo sabía que ella se iba a mover entre las calles de Alfonso y Jaime I, intenté hacerme el encontradizo, después de dar varias vueltas y no encontrarla me metí en el Pilar, yo lo hacía alguna vez para orar, me coloque en el sitio que tenía por costumbre, en el rincón del camerino donde entonces se colocaban las velas, estaba allí orando, cuando apareció Mari Tere cargada de paquetes, me acerque a ella y ese fue el primer día que dimos una vuelta solos.  

Después de ese día, empezamos a salir juntos, y no se a quién de los dos se le ocurrió, pero lo cierto es que sentimos la necesidad de ir a misa, o bien el sábado o el domingo, empezamos a ir a la Seo, después fuimos al Sagrado Corazón a una misa que empezaba a las siete y media de la tarde, un día llegamos tarde y decidimos esperar hasta la misa de las ocho y media, que aunque la salida nos venía muy justa para llegar a casa a la hora habitual, lo haríamos lo más rápidamente posible, y allí asistimos a una Eucaristía diferente, presidida por un sacerdote, que posteriormente nos enteraríamos que se llamaba Mario, y participada por un grupo de gente joven, nos encanto, y pensamos de ir todos los sábados a pesar del inconveniente de la hora.

Asistíamos a la Eucaristía de Mario los sábados con regularidad, que aunque no sabíamos que es lo que había detrás, con el grupo que participaba, a nosotros nos llenaba y aun desde el asiento nos sentíamos identificados con ellos, un día no salió Mario ni la gente que participaba con él, no sabíamos porque, yo personalmente y sin saber nada de el porque de esta ausencia, estaba convencido de que volverían, y seguimos yendo a la misma hora con ese convencimiento aunque el estilo de la misa cambió totalmente, esto duró algunos meses, pero un día nos encontramos que volvió a celebrar Mario con toda la gente que tenía a su alrededor.

Cuando decidimos casarnos, pensamos que quien tenía que presidir nuestra boda tenía que ser Mario, y un día nos presentamos a él y así se lo pedimos, contándole nuestra asistencia a sus Eucarístias, entonces Mario nos contó la realidad del grupo que le acompañaba y nos presentó a los que aquel día estaban por allí, era un grupo cristiano y obrero, encuadrado en las “Vanguardias Obreras” que se llamaba CODEF (Centro Obrero de Formación), y eran un movimiento patrocinado por los jesuitas de gente joven, trabajadora y por consiguiente cristiana, un tiempo más tarde nos tocó participar en unas jornadas de todo el grupo para decidir si nos transformábamos en una comunidad cristiana popular, como así lo hicimos.

En la comunidad se hacía una catequesis para adultos, un año en dicha catequesis, se habló de los milagros, yo me oponía a creer en hechos sobrenaturales, planteaba que era una forma de contar los hechos, muy posteriormente a cuando ocurrieron, y que los ciegos, por ejemplo, eran personas que no veían a los marginados, los sordos los que no oían las situaciones de dolor que ocurrían a su alrededor, los paralíticos los que no hacían nada ante las situaciones de desgracia, así iba dando explicaciones lógicas a los milagros. Ante mi planteamiento el sacerdote que nos daba la catequesis propuso el tener una sesión monográfíca sobre los milagros, yo me preparé unos apuntes, pero como dicho sacerdote se tuvo que marchar, no hubo tiempo de realizar esa sesión, los apuntes que yo hice en aquellos momentos, hacía el año 1976, son los siguientes:

Jesús, a través de su vida, hace muchos milagros, curaciones, etc. ¿donde están esas personas cuando detienen a Jesús?, pues todos ellos ya habían sentido en si mismos su poder cuando les había curado, y si fue literalmente como lo cuenta el evangelio, constataron en sus carnes la superioridad de Jesús con los letrados.
En todos los milagros que hace Jesús, no hay ninguno en el que haga crecer, por ejemplo, una mano de un muñón cortado. ¿Es que Dios no tiene poder para hacer esto?
Jesús vive su vida y hace sus milagros, en una época y lugar concreto, las personas de allí y entonces tienen la posibilidad de verle para creerle. ¿Donde está, según estos planteamientos, la justicia de Dios?, pues da mas “facilidad” a unos que les permite ver los prodigios, que a otros que tienen que creérselos solo por los testimonios. ¿Es que, por ejemplo, los bantús no tienen los mismos derechos a verlo con sus propios ojos?
Jesús, manda a sus discípulos a curar enfermos y a resucitar muertos, en el evangelio, solo narra algún milagro de estos discípulos, ¿como se explica que estos discípulos no se sintieran engañados al no hacer estos “milagros”, que por otra parte ni siquiera lo intentan.
Dios a través de Jesús emplea, según el evangelio, medios sobrenaturales para que la gente crea en él, y según la primera tentación, Jesús rechaza el convertir las piedras en pan, para no emplear los poderes de Dios en provecho propio, diciendo “no solo de pan vive el hombre”, ¿cómo se explica esta contradicción?

Desde que me conozco, me he planteado preguntas y dudas ante los pasajes del evangelio, recuerdo que incluso en el colegio ya las planteaba, con 12 o 13 años, esto hacía que en la comunidad yo sentía interrogantes que me costaba el plantearlos, no obstante lo hice en varias ocasiones en que me sentí mas animado o simplemente que el grupo era mas pequeño lo que me daba mas empuje para vencer mi timidez.

Celebrábamos las Eucaristías normalmente en la iglesia los sábados, pero algunos días lo hacíamos solo nosotros en nuestros locales, estas Eucaristias eran más participativas al acudir solo la gente del grupo, y hacíamos la homilía entre todos con preguntas que se lanzaban. Un día la pregunta que se dijo es : “Quien es Jesús”, cada un contestaba lo que pensaba, y yo en un principio dije : “Que era un hombre que se encontró a si mismo al encontrar a los demás,” esta frase pasó desapercibida, pues nadie hizo el mas mínimo comentario sobre la misma, por lo que yo me atreví a decir:“Jesús no es el Hijo de Dios, sino un Hijo de Dios”, y aquello levantó ampollas, pienso que todos o casi todos los asistentes tenían que contestar y rebatir mi afirmación, con sus opiniones personales.

En otra ocasión yo afirmé que la manifestación de Dios no había concluido en Jesús sino que continuaba y continuaría mientras existiera el mundo, y Mario el sacerdote, me replicó inmediatamente que lo único que ahora hacíamos era adaptar el mensaje que Jesús nos había transmitido a los tiempos actuales, pero que este mensaje había terminado con Jesús, la contestación era para mi su opinión personal.

Hubo una Eucaristía que el tema central era la resurrección de Jesús, en el dialogo yo afirmé de que todos resucitábamos al tercer día, posteriormente escribí un articulo con el mismo titulo tratando de explicar los motivos que me influían.

Nadie me preguntó nunca en que me basaba para hacer mis afirmaciones, lo que creaba en mí una sensación de inseguridad, al no poder contrastar mis opiniones.

Un día leí una frase de un filosofo, cuyo nombre no recuerdo, que decía: “Pensar es peligroso, razonar imposible, lo mas fácil es creer”. Esta frase me impactó mucho, reflexione sobre ella relacionándola con las anécdotas anteriores, me dí cuenta de que se nos había inculcado el creer una serie de cosas pero no a pensar y mucho menos a razonar.

Con estas reflexiones, decidí el escribir mi punto de vista sobre Dios y su manifestación progresiva a los hombres, estos escritos que transcribo a continuación, lo hago tal y como lo escribí entonces hacia el año 1.980, en estos momentos quizás lo hiciera de otra manera, pero estoy totalmente de acuerdo con lo que dije.

                                         

MIS DUDAS

Partiendo de mi fe en la existencia de un Ser Superior, o sea Dios, me encuentro con una serie de dudas sobre las filosofías religiosas existentes en  general,  y la filosofía cristiana en particular, que es la que ha dominado mi vida, dudas que no encuentro solución sino rebaso la filosofía misma, es decir metiéndome en otro campo que es el de la reflexión personal, una reflexión larga y muy pensada durante  tiempo.


PRIMERO .- Veo que en el mundo existen muchas filosofías, mas o menos diferentes, que cada una tiene una zona propia de actuación, por lo que cada uno madura su fe según la cultura y tradiciones de su país; solo algunas minorías forman grupos diferentes con otra filosofía, pero estas minorías generalmente provienen de gentes de otros países, que al estar basada su fe en otros planteamientos, la trata de desarrollar en los principios que le han enseñado en su vida. Como nota fija en todas las filosofías existentes es que todas son la verdad  y el resto están en el error, se les quiere comprender o se les comprende, pero partiendo de su superioridad sobre las demás. Ante esta realidad yo me pregunto: ¿Cual es la verdad?, ¿puede Dios manifestarse a un pueblo determinado únicamente?, bien sea por medio de profetas o su Hijo, dejando a los demás pueblos para que si quieren conocer la verdad de Dios sea a través de terceros, ¿y los nacidos en diferentes épocas de la manifestación?, no están en desigualdad de condiciones para conocer a Dios.

SEGUNDO.-  Partiendo del cristianismo, toda su filosofía está basada en la filiación divina de Jesús. Jesús es el Hijo de Dios. A partir de este dogma fijo se ha desarrollado  el cristianismo. Naturalmente el aceptar este dogma, es aceptar la superioridad de esta filosofía sobre todas las demás: mahometismo, budismo, judaísmo...
A todo esto, además de las preguntas que he hecho anteriormente, quiero añadir: ¿Jesús sabía su filiación? Porque aceptar que si, supone el afirmar que Jesús lo que hizo fue representar una obra de teatro, donde por supuesto conocía el final; y si por el contrario decimos que Jesús no conocía su filiación, ¿donde está la base para mantener este dogma?
Actualmente se trata de afirmar que Jesús en principio no conocía su filiación, y que lo fue descubriendo a través de su vida. A esto pregunto: ¿Lo llegó a descubrir antes de su muerte? Porque si decimos que si, que explicación damos a las palabras de Jesús en el Huerto de los Olivos: “Padre si quieres aparta de mi este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”, y las que dijo en la cruz en los últimos momentos de su vida:”Dios mío. Dios  mío, ¿Porque me has abandonado?”

TERCERO.- Teniendo en cuenta los últimos descubrimientos científicos se sabe de la existencia de multitud de sistemas solares, con planetas que giran a su alrededor; actualmente se habla mucho de los ovnis, hay quien dice que son seres civilizados de otro planeta que nos visita, todos estos indicios, para mucha gente, también para mi, hacen suponer de la existencia de vida civilizada en otros lugares del universo. Esto nos puede llevar a la conclusión de que en algún momento habrá un encuentro, y entonces que: están esos supuestos seres redimidos por un “Hijo de Dios”, o la redención que nos hizo Jesús abarca al universo entero, y por lo tanto los tenemos que evangelizar.

                         

  DEFINICIONES
Para continuar, voy a tratar de buscar unas definiciones para una serie de conceptos para que después me sirvan de base en la reflexión.
EL HOMBRE.- El hombre es el ser mas perfeccionado de todos los que habitan la tierra, no solo en el nivel de la inteligencia, sino también fisiológicamente, su origen, como todos los seres vivos, proviene de la primera vida que se formó en la tierra, hace ya muchos millones de años, al principio fue vida unicelular, para después irse transformando en seres cada vez mas complejos y culminar en el hombre ; esta primera vida de forma unicelular, aunque algún día pueda explicarse físicamente el como y el porque de su formación, no me cabe ninguna duda de que proviene de Dios, que de alguna forma la creó o hizo que se dieran las condiciones físicas óptimas para que pudiese brotar esa vida.
También me doy cuenta de que el hombre como todos los seres vivos, es un ser evolutivo, es decir que como personas individuales tenemos cada uno una serie de limitaciones, limitaciones por otra parte superadas por otras personas y generaciones posteriores.
Por lo tanto para definir al hombre, tengo que encontrar sus límites, pero sus límites como especie, no como individuos. Los límites de la especie humana son dos: el tiempo y el espacio. El  tiempo porque a cada uno nos toca vivir en un tiempo determinado, al cual no podemos traspasar, y el espacio porque también todos tenemos un cuerpo limitado del cual no podemos salir.
Teniendo en cuenta todo esto, la definición del hombre es: el ser inteligente y evolutivo que está limitado en el tiempo y el espacio.

DIOS.- A Dios siempre se le trata de definir en comparación con su obra, debido a que Dios existe en una situación diferente a la nuestra, así la definición mas corriente que a todos nos han dicho en la escuela es que Dios es el sumo de todas las virtudes que el hombre puede tener :bondad, misericordia, justicia, etc., pero ¿podemos definir así a Dios?, porque si lo primero que nos damos cuenta es que Dios existe en una situación que nosotros desconocemos, como podemos afirmar que en esa situación existen o son necesarias esas virtudes, que en nuestra situación nos son tan necesarias.
De Dios solo conocemos su obra, y a través de ella, El se ha manifestado a los hombres, por lo tanto cualquier definición que demos basada en premisas sobre nuestra situación, no hacemos más que forjarnos un Dios tal y como nosotros quisiéramos que fuera, pero que en ningún momento, yo por lo menos la puedo dar por válida. Por lo tanto volviendo a la obra de Dios, o sea el universo con todas las criaturas, y fijándome mas en el hombre, que es la criatura mas perfecta de la tierra, y a la definición del hombre como ser limitado por el tiempo y el espacio, podemos afirmar que Dios también ha creado el tiempo y el espacio, lo que nos lleva a la definición de Dios como el Ser que esta por encima del tiempo y el espacio, es decir Dios no está limitado en el tiempo y en el espacio.
Como para mí, Dios es el principio de todo, puesto que de El proviene toda la creación, creo que también tengo que dar una definición de principio : “Dios es Dios por si mismo y no por otro ser y no puede dejar de ser Dios ni perder sus facultades total o parcialmente”, porque , en primer lugar si Dios fuera Dios por otro ser, querría decir que no era Dios y quien lo sería es el otro ser, y en segundo lugar si Dios pudiera dejar de ser Dios, y por lo tanto perder alguna o todas sus facultades, ocurriría, si no vuelve a ser Dios, que no lo ha sido nunca, si vuelve a ser Dios por si mismo, es que no ha dejado de serlo en ningún momento y si vuelve a ser Dios por otro ser, Dios sería el otro ser.

LA VIDA Y LA MUERTE.- El hombre como todos los seres vivos, nace, crece y muere, es decir vive hasta que llega la muerte, ¿pero que es la vida?, la vida es un caminar hacia la muerte, lento o rápido pero inevitable, y la muerte, ¿que es ?, aquí para dar una solución concreta, tengo que ir al campo de la fe, según esta, la muerte es el paso a la VIDA, es decir a Dios, porque Dios es la VIDA. Pero si al hombre lo definimos como el ser limitado en el tiempo y el espacio, y a Dios como el ser que no está limitado por el tiempo y el espacio, esto quiere decir que la muerte es el paso del hombre en la superación de sus límites.




LA MANIFESTACION DE DIOS (1ª parte)

Como he dicho anteriormente, solo podemos conocer a Dios, por las manifestaciones que El ha hecho al hombre, esta manifestación que ha sido desde los primeros tiempos y aun continua, y continuará mientras exista el hombre sobre la tierra, porque si llegara el momento en que se culminara la manifestación de Dios, supondría el conocer a Dios tal y como es, y eso es algo totalmente imposible para el hombre en su estado actual, debido a sus límites. Pero hay una circunstancia muy importante en esta manifestación de Dios, “la manifestación de Dios nunca sobrepasará el nivel cultural del hombre en ese momento”, esto que parece sin importancia, la tiene, porque si sobrepasara el nivel cultural del hombre, este no alcanzaría a comprender esta manifestación y también porque demuestra de alguna manera la manifestación lenta pero continua de Dios a través de la historia.
Al analizar la historia, se ven momentos y situaciones, en los que para mi está muy clara esta manifestación, y estas situaciones se dan en lugares y épocas distantes, voy a relatar las que yo conozco, pero pienso que hay muchas mas que desconozco.
En el antiguo Egipto, año 1400-1350 A. de C., apareció una filosofía religiosa que adoraba a un único Dios que se llamaba Atón, una religión sin templos ni imágenes, y que predicaba la igualdad de todos los hombres, lo que por lo tanto suponía la abolición de la esclavitud. Esta religión se impuso a la politeísta de Amón y sus otros dioses como religión oficial, durante el reinado del faraón  Amenhotep, pero este faraón vivió pocos años, y a su muerte impusieron de nuevo la religión politeísta y persiguieron a los seguidores de Atón, que eran generalmente esclavos y gente baja, destruyendo todo signo que hubiere de esta religión para evitar su continuismo.
En la antigua Persia y en el siglo VII A. de C  , nació un filosofo llamado Zarathustra, que predicó una filosofía basada en dos principios, uno del bien y otro del mal, que se pueden entender como dos dioses, esta filosofía se llamó Mazdeismo y a sus seguidores se les llamaba “los hijos de los pobres”, porque predicaba una cierta igualdad y abolición de muchos casos de esclavitud, fué religión oficial de Persia durante muchos años y suponía un adelanto filosófico muy considerable frente a los países politeístas limítrofes.
En el siglo VI A. de C., nació en la India un príncipe que se llamaba Siddarta, el cual predicó una filosofía llamada budista, basada en el desprendimiento de las riquezas, igualdad de las personas y la meditación, esta religión nació como una lucha a la filosofía del brahmanismo, que mantenía la diferencia de castas y supuso un avance muy importante en cuanto a planteamientos filosóficos sobre el hombre, se extendió rápidamente por el Sur-Este de Asia, y hoy aun perdura, siendo actualmente esta religión una de las primeras del mundo, teniendo en cuenta el numero de practicantes.
En Arabia, y a principios del siglo VII, empezó Mahoma a predicar una filosofía, basada en la creencia de un solo Dios, que se llama Ala, al cual no se le podían hacer imágenes, abolición de la esclavitud entre sus correligionarios, un reconocimiento mayor de los derechos del hombre, etc. Esta religión se enfrentó a una religión politeísta que mantenía la esclavitud y el sometimiento de la mujer, a la que se consideraba un ser inferior y era frecuente que al nacer y por el hecho de ser niñas fuesen despeñadas. Mahoma consiguió triunfar, abolió la esclavitud de la mujer y aunque permitió la poligamia, colocó a la mujer al mismo nivel que el hombre, hizo desaparecer la anterior religión y después extendió su religión por el norte de Africa, siendo actualmente una de las religiones primeras del mundo, por el número de practicantes.

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MANIFESTACION DE DIOS  (2ª parte)

El pueblo judío

Según la Biblia, la historia del pueblo judío empieza con Abraham, pero en realidad no se puede llamar pueblo hasta Moisés, que libero a los judíos de la esclavitud de Egipto,   y después de una larga peregrinación por el desierto, los llevó a Canaan, inculcándoles  la idea de pueblo, dándoles unas leyes para regirse, pero sobre todo les dio la confirmación en el Sinaí de la promesa que Dios había hecho a Abraham, (según la tradición)
En todo el trayecto de Moisés, esta salpicado de hechos milagrosos, o no justificables por un entendimiento humano, (para que el pueblo reconociera a Dios como su salvador): las plagas de Egipto, el paso del mar Rojo, la supervivencia en el desierto, etc., pero ¿hasta que punto se puede dar todo esto como real.
Lo cierto es que a través de Moisés, Dios se manifestó a un pueblo, que hizo una ley muy superior a las leyes de los pueblos limítrofes, (los mandamientos .del Sinaí), con una esperanza en la superación de sus límites (la promesa) ; todo esto dio fuerzas al pueblo judío para vencer las mayores adversidades y enfrentarse a enemigos superiores en fuerza y número, y poderlos vencer, también habría que tener en cuenta que habían pasado una esclavitud muy dura y el hecho de alcanzar su libertad y adquirir la concepción de pueblo les daría fuerzas para seguir luchando.
Muchos años después, cuando quisieron recoger por escrito su historia, fueron recopilando lo que de boca en boca, y de generación en generación se habían transmitido, pero totalmente influenciados por un sentimiento religioso y dando a Dios todo el protagonismo en su liberación, empleando hechos milagrosos para sacarles de todas las vicisitudes que se encontraban.
Después en los años siguientes, cuando tuvieron fracasos políticos o militares, lo achacaron a sus pecados y los triunfos al regreso a la ley de Dios, para ello estaban los profetas, que analizaban el comportamiento de su pueblo, dando testimonio de Dios, y por lo tanto ampliando la manifestación de Dios a los hombres ; todo esto cuando lo recogían por escrito, que siempre lo hacían bastante posterior al tiempo en que sucedía cada hecho, lo hacían influenciados por su cultura religiosa, por todo eso, la historia del pueblo judío, es la historia de la manifestación de Dios a un pueblo, escrita bajo un sentimiento religioso y donde ese pueblo se justificaba como escogido y que se consideraba como único depositario de la manifestación de Dios, considerando a todos los demás pueblos como paganos.
También este pueblo mantenía fija la idea de que Dios enviaría un Mesías liberador, idea que inculcaron los profetas para mantener viva la esperanza, esperanza que basaban en una vida libre y en plenitud.  

MANIFESTACION DE DIOS  (3ª parte)
JESUS

Hace unos 2000 años, hubo un hombre llamado Juan, que predicaba el arrepentimiento de los hombres, y a todos aquellos que lo hacían y confesaban sus pecados, Juan los bautizaba en el Jordán, como señal de su arrepentimiento.
Este hombre, predicaba una vida libre, no atada a los poderes de este mundo, y criticaba las injusticias que cometía el poder sobre el pueblo. Y para demostrar su no dependencia a los poderes establecidos, Juan vivía solo en el campo, se vestía con pieles y se alimentaba de miel y frutos silvestres.
Jesús fue en un tiempo discípulo o asiduo a las predicaciones de Juan, por lo que también se bautizó en el Jordán, pero con el tiempo se dio cuenta que solo con el arrepentimiento que predicaba Juan no era suficiente, necesitaba meditar y reflexionar sobre todo eso y buscó la soledad,  para hacerlo se fue al “desierto”.
Una vez solo, y según nos narran los evangelios, tuvo unas “tentaciones”, que en realidad estas tentaciones se pueden considerar como caminos o salidas que le pasaron por la mente de alternativa al mensaje de Juan. Estas tentaciones que eran tres, son:
    1ª.-Ir tratando de solucionar los pequeños problemas de la gente con hechos       prodigiosos para conseguir  adeptos que le siguieran.
    2ª.-Puesto que Dios quiere la justicia, pedir a Dios un acto extraordinario o                                 
 milagroso a la vista de la gente, para que así todos los hombres le seguirían y  podría instaurar la justicia en la tierra.
   3ª.-Por las formas descritas en la 1º o la 2ª, o de otra forma, el convertirse en líder   político a quien todos le siguieran o adorasen, y así poder gobernar a sus  
    súbditos instaurando un reino de justicia.
Las tres tentaciones tenían un denominador común, el buscar su protagonismo, bien por formulas humanas o por mediación de Dios, pero allí en su meditación se dio cuenta que si bien Dios quiere la justicia para los hombres no quiere imponerla, por lo que la justicia tiene que ser la consecuencia del trabajo diario de los hombres que han abierto su corazón a esa justicia.
Pero Jesús fue tajante con las tentaciones, a la 1ª dijo: “no solo de pan vive el hombre”, a la 2ª “no tentarás a Dios” y a la 3ª, “solo a Dios adorarás y darás culto”.
Después de su meditación, según el evangelio, tomó un camino muy claro, el tratar de llegar al corazón de los hombres, buscando su transformación, para que se fueran integrando en su proyecto de ir construyendo un reino de justicia, que es el Reino de Dios.
Jesús como digo, dio un paso enorme a lo que Juan hacía predicando la justicia y el arrepentimiento a la gente. Jesús añadía la transformación activa del hombre, y el trabajo de cada uno según sus “talentos” en la construcción de un reino de justicia y de amor que llamamos Reino de Dios, porque recoge los ideales que Dios ha manifestado a través de los tiempos, y a través de esa transformación, el hombre se va introduciendo en el misterio de Dios.

En mi juventud, tenía una gran ilusión, estudiar en la universidad, me gustaba sobre todo la arquitectura, pero al no haber escuela en Zaragoza, me hubiera conformado por una ingeniería; después de terminar el servicio militar, busque trabajo, quería salir del campo, mi meta era entonces la universidad, cuando lo encontré como delineante, me planteé el empezar a estudiar por la noche el bachillerato, cuando me casé seguí estudiando y yo comentaba que quería entrar en la universidad a distancia que entonces empezaron a dar la ingeniería industrial. Estaba haciendo el COU, y un día al llegar a casa me encontré que mi mujer estaba llorando, y entonces me dijo que estaba muy sola y no podía soportarlo y le daban momentos en los que se ponía muy triste, esto me hizo pensar, y con gran pesar por mi parte decidí dejar los estudios.

Esa decisión que tomé en su día me costó muchos momentos de llorar, supongo que fue por amor, pero el sacrificio para mi fue tan grande.., todavía no lo he superado, y cuando me encontré en el paro con 45 años, me apunté a un modulo III, que sabía que tenía acceso directo a la universidad, y traté de estudiar para sacar la nota mas alta posible, porque la nota influye en el acceso a la universidad, y lo conseguí, yo no comenté absolutamente con nadie esa posible intención mía, y cuando terminé con el acceso en mi poder, se me impuso el sentido de la responsabilidad y por tener que montar mi puesto de trabajo, que me ocupaba todo el tiempo, me hizo desistir del empeño, y ahora, aun con pesar pienso que fue mi última oportunidad. La satisfacción que he tenido es que mis tres hijas han ido a la universidad, y todas eligieron alguna variedad de ingeniería, y hoy son ingenieras.
En la comunidad, se formó una catequesis para niños, yo personalmente criticaba, lo que yo pensaba una falta de concienciación religiosa en dicha catequesis. A raíz de esas opiniones mías, tuve una actuación en una asamblea en la comunidad que diría bastante desafortunada, y a partir de entonces se me ofreció el participar en la catequesis, al principio  yo pensaba que tenía que ir a exponer en dicha catequesis mis opiniones personales, pero antes  de empezar, reflexioné sobre eso, y me di cuenta que no podía coaccionar a nadie con mis planteamientos que eran personales, por lo que decidí el omitir mis opiniones cuando estas se apartasen de la línea general. Cuando empecé  a conocer los temas y la forma en que se daban en la catequesis me di cuenta de que la enseñanza religiosa se daba, por lo menos al nivel en que se aprobaba en el grupo que preparaba.

El momento mas difícil, posiblemente para mi, fue en una sesión en la que nos tocaba tratar el tema de los milagros, yo este punto según mis reflexiones lo tengo muy claro, pero naturalmente mi opinión no coincidía con la del grupo preparador y tenía que ir solo, pues ningún de los otros catequistas podía ir, cuando preparábamos se decía que eran signos, yo no entendía mucho esto, pero cuando tuvimos la sesión se me ocurrió que después de leer los textos preparados, en vez de expresar mi opinión, ni lo que había salido en el grupo preparador, pedir la opinión de los chicos, (tenían entre 14 o 15 años) y cual fue mi sorpresa cuando vi que la opinión que tenían los chicos coincidía mucho con la mía, por lo menos mucho mas que la opinión que tenían mis compañeros de preparación.

En una eucaristía que celebramos un sábado, salió el tema de Dios-Padre, dentro de la discusión, que fue muy participada, allí salió la denominación de Dios-Madre, a mi en concreto, todo lo que se dijo me impactó, no me lo había planteado de esa forma nunca, reflexioné sobre todo lo que se había dicho, cogí un papel y me puse a escribir unas notas sobre eso, notas que transcribo a continuación:

              A DIOS PADRE O MADRE

A veces resulta un poco difícil darle un nombre a Dios, por el hecho de estar en una dimensión diferente, en un plano inaccesible para nosotros, la iconografía nos lo representa como un anciano con barbas venerables y aspecto bondadoso o justiciero. Esta representación de Dios, producto de una sociedad, que al no tener, como ahora tampoco tenemos, datos o referencias de como es, lo representa magnificando unas cualidades, que si bien son signos para los hombres, no quiere decir que en el plano donde existe Dios, sean necesarias o importantes.
Porque hay que tener en cuenta que Dios no vive, Dios existe, la vida es una característica de nuestra dimensión, nosotros existimos y vivimos, pero la existencia está subyugada por la vida y como dice San Pablo: ........ algún día se manifestará lo que somos.
Nosotros recibimos la vida de nuestros progenitores (padres) y la existencia de Dios, con la diferencia de que la vida la continuamos con nuestros hijos, mientras que nuestra existencia vuelve a Dios, porque de Dios somos parte, por lo tanto Dios es progenitor y destino nuestro, Padre o Madre, cualquier palabra lo puede calificar, porque El es nuestro único progenitor y el emplear masculino o femenino, solo es fruto de la experiencia en que nos encontremos. Pero al llamar Padre o Madre a Dios, no podemos comparar con el sentido que tienen esas palabras en relación a nuestros progenitores, limitados como todos los hombres y con sus virtudes y defectos, sino como una expresión con la que definir a Dios desde nuestro plano.
Desde nuestra vida no podemos tener constancia de la existencia de Dios, porque estamos limitados a nuestro plano, dimensión, o como lo queramos definir, pero Dios se pone en contacto con nosotros, se manifiesta a través de las personas o cosas de nuestro medio, tenemos constancia de su manifestación en múltiples libros antiguos, en el obrar de los hombres en todos los tiempos y si nos fijamos detenidamente en el sentido y ser de nuestra vida, Esta manifestación de Dios tiene una connotación, es que nunca ha superado el nivel intelectual del hombre del momento, las manifestaciones de Dios son progresivas y nunca alcanzan a terminar, porque si acabaran querría decir que conoceríamos a Dios tal como es, y eso es imposible debido a nuestras limitaciones, por eso no podemos definir a Dios, porque recibimos pinceladas parciales de El,. Hay una norma, yo diría que fija, es que en toda manifestación de Dios nos incita a la liberación, es que el hombre es un ser libre, y como tal tiene que admitir la libertad de todos los hombres, esa es nuestra misión, que siempre Dios a través de todos los tiempos con las características del lugar donde se producen, nos está pidiendo. Esta liberación tiene como consecuencia la justicia entre los hombres, es decir el Reino de Dios.
           Esta reflexión fue hecha en junio de 1992.

Un día, nos apuntamos mi mujer y yo a un curso de meditación transcendental que daba un sacerdote, en dicho curso se trataba de ver y experimentar las cosas que se pueden hacer con la mente, cosas que pueden parecer imposibles, pero que son reales, la última sesión que fue totalmente práctica, se trataba de adivinar la enfermedad que tenía una persona totalmente desconocida con la mente, para ello nos poníamos en “trance”, o como decía el monitor, en posición “alfa”, y estando en esa posición otro del grupo nos decía como únicos datos de la persona enferma: el nombre, sin apellidos, y en la ciudad en la que se encontraba en esos momentos. Mentalmente nos trasladábamos a donde estaba esa persona y nos introducíamos en su cuerpo, cada una empezaba por donde quería, yo en los dos casos que me adjudicaron lo hice por la cabeza, y después ir bajando por el resto del cuerpo, en el primer caso lo hice así, baje por los brazos, cuerpo, sin “ver” nada, pero el introducirme en una pierna, “vi” como una mancha, que solo estaba en una pierna y que yo adiviné, esta persona, tenía un cáncer en esa pierna.
En el segundo caso, también empecé igual, la cabeza, cuello, brazos, sin “ver” nada, hasta que al tratar de visualizar la columna, me pareció que la veía torcida, como si fuera giboso, yo giraba la visión, y si me ponía en la parte posterior, no notaba nada, pero si lo veía de costado, la notaba torcida; este señor tenía una hernia discal.
El nivel de aciertos míos fue del 100 %, y a la primera, el del resto de los participantes al curso fue parecido. Aquello me hizo pensar, en el poder que teníamos en la mente y que no desarrollamos, he pensado mucho sobre ello, pero me da miedo y después de acabar el curso no he practicado ningún caso más.

Yo propuse, en cierta ocasión, el celebrar al principio de la cuaresma una sesión centrada en el sacramento de la penitencia, se apoyo por unanimidad, y se indicó el día a celebrar dicho sacramento, también se aprobó que todos los años, tanto en cuaresma como en el adviento, tener una sesión centrada en el sacramento de la penitencia.
Durante un par de años, poco mas o menos, se celebró el día de la penitencia, pero siempre fue por que yo al empezar tanto el periodo de la cuaresma como el del adviento, proponía el marcar la fecha, constatando que  aquello se hacía porque yo lo proponía, dejé un año de hacerlo y desde entonces ya no se celebraron con dicha periodicidad, salvo que algún grupo de preparación de la eucaristía decidiese unilateralmente el dar un enfoque total o parcial al sacramento del perdón, dentro de la eucaristía.

Cuando yo estuve en el grupo de la catequesis, propuse que una vez al año se celebrase el “día de la comunidad”, sería una eucaristía en la que participasen todos los grupos existentes en la comunidad, niños y de adultos, y que cada uno lo hiciese a su nivel, sin tener que demostrar cada grupo lo que sabían o dejaban de saber, sino tener un día de oración en común, se aprobó por unanimidad y se marcó el día a celebrar dicho acontecimiento.
Se celebró por primera vez en 1.990, pienso que con todos los fallos que hubiere, se mantuvo bastante la línea que yo dije, al año siguiente propuse el celebrar también ese día, se aprobó y se marcó el día, se encargó al grupo de preparación de eucaristía de ese día que preparase la celebración, unos días antes de celebrarlo me enteré que habían preparado el hacer grupos mixtos de adultos con niños en la eucaristía par tratar el tema correspondiente, tenía miedo de repetir lo que había criticado, el que los niños fueran los que tuviesen que dar explicaciones de lo que “sabían o no sabían”, me opuse a que se celebrase de dicha forma y conseguí que se omitieran los grupos mixtos.
Después de varios años,  a  alguien se le ocurrió de que había que celebrar una eucaristía conjunta con los niños, se marcó el día para dicho acto, y cuando estabamos en la eucaristía se hicieron grupos mixtos, pero se evitó el que los niños fueran los protagonistas, sino toda la comunidad, yo desde mi interior no paré de dar gracias al Padre, pues realmente me sentí muy a gusto.

En el año 2.002, empecé unos ejercicios ignacianos de la vida, duraron todo un curso hasta mediados del 2.003, necesitaba encontrar momentos de silencio, para así tratar de encontrarme, fueron muy profundos, y se trataba de hacer oración todos los días y una vez al mes poníamos en común nuestras experiencias en el grupo que estábamos haciendo dichos ejercicios. Para mi el problema fue cuando plantearon el hacer oración a Jesús, pues yo lo veo como un hermano que nos ha precedido, mis oraciones siempre han estado dirigidas al Padre.

Hacía muchos años que yo llegué con mis análisis personales a una conclusión: esta sociedad, tal y como está montada no tenía salida, me basaba en la evolución de la economía, la contaminación que el desarrollo industrial produce y las relaciones humanas entre los pueblos con sus conflictos periódicos. Además de que el sistema está basado en un crecimiento indefinido, y esto no es posible porque habitamos un planeta finito donde los recursos son limitados
Estas conclusiones a las que había llegado, me dieron miedo, no me sentía capaz de expresar mis pensamientos, y decidí por el momento callar y tratar de ir analizando la situación política de cada día, para ver si me daba o quitaba la razón,  si al principio tenía dudas sobre mis planteamientos, estas se han ido disipando con el devenir de los acontecimientos que vivimos.

Empecé a escribir, primero pensé en hacer una introducción, en un rato estaba escrita, era el exponente de mi estado de ánimo, posteriormente la revisé y la modifique por dos veces, mi estado de ánimo se iba tranquilizando como iba pasando el tiempo.
Tuve momentos de duda, en los que dejaba de escribir, pensaba que a nadie le podía interesar lo que escribía, pasaba momentos de crisis, que siempre los solucionaba con la oración, y así con lapsus y con momentos que estaba mas animado iba dándole forma a mi “libro”. Le puse como titulo: “...pero resucitará al tercer día”.
Quizás  fue un proyecto muy ambicioso, y pienso que sobrepasó mi capacidad, intenté el hacer un paralelismo de nuestra situación con la pasión, muerte y resurrección de Jesús, lo dividí en tres partes:
-El aspecto laboral y social
-El aspecto de la contaminación
-El aspecto humano.
Con esos tres aspectos quería comparar con la pasión. Luego hice un cuarto relatando las consecuencias de nuestra situación que sería la muerte y acabé con un canto a la esperanza, porque para mí siempre tiene que haber una salida de algo que solo y únicamente lo ha provocado el hombre, pero que Dios nunca nos dejará y siempre incitará a alguien para que sea la voz que aliente el cambio.


Cuando terminé mi “libro”, hacia finales de 1.996, (tenía 18 páginas) me pregunté para que lo quería, y me puse delante del Padre, y en aquellos momentos me salió esto:”Aquí está Padre el “libro” que no debió de haberse escrito nunca jamás”.
Las dudas de  porque había escrito esto y para que lo iba a utilizar eran enormes. Mas de una vez  he preguntado al Padre: “Porque a mí”, me sucede esto, es un sueño mío, o mis análisis vienen de Ti que me induces a hacerlo, quizás sea un acto de soberbia solo el pensarlo, pero lo he pensado mas de una vez.

Pasados unos años, me di cuenta de que en el anterior “libro”, estaba de acuerdo y lo sigo estando en cuanto a lo que digo, pero no en la forma en que me expreso, intente varias veces el adaptarlo  y por fin hacia el año 2.007 escribí “EL HOMBRE Y SU OBRA”, lo hice recogiendo muchos párrafos del anterior, pero manteniendo la idea en una forma menos ambiciosa.

Tengo que afirmar que lo que he escrito simplemente es consecuencia de mis análisis de la realidad.
Cuando terminé, empecé a repartir el libro con personas de mi entorno, pero no encontré a nadie que le interesase el tema, pienso que  no lo supe plantear, que el tema sobrepasaba mi capacidad.

En vista de mi fracaso, y solo con mis ideas decidí el seguir escribiendo, y de ahí
salieron todos mis escritos, y que en vista de que no he sabido encontrar a quien pudiera interesarles, solo me queda en dejar que pase el tiempo y que este marque sus ritmos y su futuro.

                                                      Junio de 1.998   
           Modificado y actualizado en septiembre de 2.011